Queridos 'Locos', después de una ausencia un tanto larga, volvemos al psiquiátrico , más locos y apasionados que nunca, tendremos nuevas entradas y diferentes enfermedades saldrán a la luz.Les invitamos a leernos y a colaborar con nosotros..., ¡Por un psiquiátrico mejor!
Aquí una probadita de lo que pasé haciendo en mi mente estos años.
Léame como guion o con un café.
Los pensamientos y estados de ánimo de Anna.
Según
el estado de animo de Anna(25) son sus pensamientos. Este día le tocó estar en
el metro.
Los
colores son cálidos y armoniosos, pareciera una caricatura para niños , el
señor que maneja el metro sonríe, la gente deja pasar para no empujarse, una
señorita pasa a un lado de Anna con un olor a Jazmín, los cabellos de la gente
aun se ven húmedos , diversos olores recorren la nariz de Anna y ella al
olerlos , sonríe. Anna siempre huele todo, sus manos, sus uñas, su cabello, sus
aretes, sus anillos, su bolsa, los arboles, la arena, los calcetines, la ropa
recién lavada, la pasta de dientes, las cobijas, … y cuando un olor le gusta
demasiado , toma de aquella sustancia y la vierte en su dedo meñique para ir
oliéndola todo lo que dure en su camino. Este día Anna iría al ritmo de los
diversos olores que el metro guardaba para ella;con un suave baile, sus piernas
se meneaban al recorrer el pasillo del metro. Las personas iban moviéndose como
muñequitos graciosos y presurosos al ritmo del compás de los olores y piernas
de Anna.
CORTE
A: Unos labios rojizos comienzan a estirarse para pronto formar una gran sonrisa,
esa es la sonrisa de Anna.
Anna
dentro del vagón del metro.
Ella
va relajada y comienza a observar a las personas , compra cosas. Otra
característica de Anna es que compra todo lo que cree que le puede servir para
fotografiar o para ‘cualquier ocasión’.
-“pelotas,
para el niño la niña. 10 pesos le vale diez pesos le cuesta.” Dice un
vendedor(30)
-
deme una por favor( observa la bolsa de pelotas repleta , no sabe cual escoger,
todas le gustan y le pueden servir)
-
tómala( dice el joven)
-
esta( señala una pelota con un pulpo rosa, sonríe y repite: sí esa)
Anna
busca en su bolsa el dinero, no lo encuentra --permítame-- el joven la observa.
--aquí está-- saca de su monedero el dinero y le paga.
-Gracias.
Dice el joven y Anna al mismo tiempo. Ríen. el joven se aleja.
Anna
guarda la pelota en su bolsa . Su parada aun no llega, sigue observando a las
personas, una anciana de aproximadamente 70 años se sube y un hombre de 35
inmediatamente ofrece su asiento. El señor huele a perfume de clavo y la señora
huele a perfume de señora.
Anna
hace una mueca con su boca que dibuja una sonrisa en ella.
Anna observa, su parada está por llegar, se
levanta y sale, se ve el tren alejar. Anna camina, de bajo de unas escaleras se
encuentra un vagabundo, tocando con unas latas una melodía agradable para los oídos de Anna,
ella se acerca, observa, el vagabundo deja de tocar las latas, voltea su mirada
a ella, Ana balbucenado le dice:
- Cómo las hizo?, suenan… muy bien.
Vagabundo:
10 pesos vale.
Anna:
pero…
Vagabundo:
10 pesos o muévete para que dejes mirar.
Anna
saca de su bolsa un billete de 20 pesos lo estira y le dice: deme uno pues.
Vagabundo
toma el billete, lo coloca en su saco , le entrega las latas a Anna, ésta
espera su cambio, el vagabundo comienza a armar otro juego de latas, Anna ciñe el gesto, sus cejas se juntan y dice:
disculpe, mi cambio. El vagabundo sin voltear a verla le contesta: no tengo
cambio, ya tienes tu lata , deja de darla.
Anna
un tanto molesta, sube la mirada lentamente y exclama: quédate con el cambio y
toma tu cochina lata. Se va. El metro comienza a tomar otro color, otro olor ,
un señor (40) con la cara escurrida empuja el hombro
de Anna , el despide un olor muy acido, Anna dice: --fíjate-- No puede olvidar
lo sucedido. El señor no voltea , sólo se ve su dedo
cordial levantado entre la mano.
-¡ah!-
grito interno de Anna.
Su
caminar ya no trae el mismo ritmo del anterior, ahora se torna pesado ,
abundante y fuerte. Anna observa a una señora vestida de rojo, no se le nota el
rostro , sólo se escucha con distorsión su voz: ¡apoyen a la colecta…! No
termina la frase de escucharse, pareciera que fuera en cámara lenta. Anna tiene
que salir del metro para tomar su camión que la llevará a su casa, en el
pasillo ve a una bola de gente gigantesca , se saludan, se pasan algo entre las
manos, dinero circulando entre ellos,
son personas pequeñas y medianas, no se alcanzan a ver. La plástica es
plastisinosa y gelatinosa. Humos entre la mirada de Anna comienzan a aparecer,
el color es verde, azul , gris y amarilloso, pareciera que estamos viendo y
oliendo un bote de basura en estado putrefacto.
Anna
se sube a su camión. Paga. Se sienta. Quiere escribir algo para no percibir los
olores y colores, busca en su bolsa algún papel , lápiz o pluma , no encuentra,
lo único que encuentra en su bolsa es aquella pelota de pulpo que compro,
molesta la toma y aprieta en su puño izquierdo, mueve la cabeza en forma de
negación.
La
mano de Anna con el puño apretado comienza a deshacerse y a hacerse uniforme
con la plástica del resto del paisaje y ambiente. Anna acerca su mano para
olerla, es en ese momento cuando un señor (40) se sube al camión , es un señor
con cara escurrida, no paga, el chofer le pide su pasaje, el señor con
cara escurrida. No quiere pagar. El
señor del camión le pide su pasaje. El señor se altera comienza a gritar. Está
furioso. Anna observa. su corazón
comienza a acelerarse , su puño aún sigue apretado, el hombre saca un cuchillo
de dentro de su saco café, amenaza al chofer. la gente grita y se aleja, otra
se baja. Anna observa y poco a poco se va acercando a él, ella piensa en quitarle
la navaja, se encuentra y acerca sigilosa, pero de pronto en un frenesí el
vagabundo de las latas, entra al camión, él había visto lo sucedido, pues
después de empujar a Anna en el metro , pateo las latas del vagabundo y él lo
siguió, el vagabundo estaba expectante e iba a actuar, el señor se voltea con
la navaja en mano y logra encajarla en la boca del estómago del vagabundo. Anna
no sabe que hacer. su respiración vuelve a cambiar, nadie los ayuda, todos
gritan, los niños lloran, otros corren, nadie pide auxilio, nadie auxilia.
El
vagabundo se desvanece, sus manos comienzan a ser como eran antes, ya no son
gelatinosas, los demás permanecen igual, el chofer aprovecha el momento y baja de su camión, el señor con la navaja observa a Anna , se rie , baja
con paso calmado del camión, ya no hay
nadie en la calle, está vacía, la calle ahora es de él. Tira su navaja en un
bote que está de paso. Podemos ver a lo lejos el camión. Ruido de ciudad. Todo
se ve normal. Un camión cualquiera, si gente cualquiera en una ciudad
cualquiera.
CORTE
A: Anna, ella trae su bolsa con unas latas colgando y un vestido naranja, su
caminar se nota presuroso , mira su reloj y echa a correr, Anna trae una pelota
de pulpo rosa en su mano cuando entra debajo de unas escaleras, son las mismas
escaleras del metro con el vagabundo, su rostro de Anna dibuja una de sus
sonrisas, se asoma una mano estirada, parece una mano de un vagabundo. . .
O.V.
Por Chapiz.